"La reunión de SSF que tuvo lugar durante el congreso de ASA en Nueva York ratificó los objetivos de nuestra organización y, en particular, la defensa de los derechos humanos en zonas deprimidas, que son la principal víctima de la crisis".
Entre otros temas, se discutieron en el encuentro de las cuestiones más debatidas en los últimos años, el
papel de los Sindicatos. Estos eran fuertes en los años posteriores
a la Segunda Guerra Mundial pero desde el mandato de Reagan fueron
postergados y se premió a los Estados donde no había negociación
colectiva. Esto quiere decir que las empresas prefieren instalarse en
Florida o en Nevada que en Nueva York o Nueva Jersey. Puede decirse
que la expansión económica americana se está produciendo más en
el Sur y en el Medio Oeste que en el Este y esta es una tendencia
sostenida.
Con la globalización mucho capital americano elige instalarse en
América Latina o el Sur de Asia y si a ello añadimos la persistente
importancia de los paraísos fiscales nos encontramos con una nueva
forma de capitalismo más radical y menos controlado. En estos
momentos el gran tema para América es China y ahí es donde se
producirá la tendencia para el inmediato futuro. Estamos a las
puertas de un economía deslocalizada cuyos peligros más graves son
la posición subordinada de los trabajadores y la reducción de los
recursos fiscales con los que los gobiernos mantenían un estado de
bien estar que está en peligro.
Pero el Estado bienestar en Estados Unidos siempre ha tenido agujeros
negros y, entre ellos destaca que más de cuarenta millones de
americanos no tienen derecho a la atención sanitaria por estar este
derecho condicionado al respectivo contrato laboral. En Estados
Unidos no hay una seguridad social como en Europa y el partido
republicano se esfuerza en que no la haya nunca. De hecho, la actual
situación de suspensión del Estado americano, la no aprobación por
los republicanos del presupuesto federal, se debe a esa obsesión de
la derecha por impedir que los americanos tengan asistencia sanitaria
con independencia de su situación laboral. La atención sanitaria
americana está en manos de las compañías de seguros y el
presidente Obama ha promulgado una ley para obligar a las compañías
a aceptar a todos los que pidan estar asegurados y el Estado les
ayudará económicamente si no tienen dinero para ello.
Es la famosa
ley conocida como “Obamacare”, que ha infuriado a los
conservadores partidarios de que las compañías de seguros tengan
grandes beneficios con motivo del seguro de salud que ellas pueden
manipular no aceptando, por ejemplo, pacientes mayores o enfermos
quienes supuestamente producen mayores gastos.
Es, en el fondo, la
defensa de un capitalismo rancio y agresivo que no tolera que haya un
mínimo de derechos humanos que sea asequible a todos con
independencia de su situación económica. En ese sentido y algunos
otros, como la aceptación de la pena de muerte o la libertad para
poseer armas de fuego Estados Unidos se separa de las democracias
occidentales y se incorpora a ese grupo de países asiáticos y
árabes que tienen muy poco respeto por los derechos humanos. Muchos
españoles tienen una gran admiración por los Estados Unidos pero
deberían tener en cuenta esas circunstancias y entender que, como
europeos, pertenecemos a un espacio más progresista.